La endometriosis es una enfermedad compleja que no solo afecta el cuerpo de las mujeres, sino también su bienestar psicológico y emocional. En este artículo, podrás saber qué es la endometriosis, cuáles son sus síntomas y cómo afecta a distintos aspectos de la vida de quienes la padecen, además de ofrecer algunas pautas para acompañar a estas mujeres en su proceso.
¿Qué es la endometriosis?
La endometriosis es una enfermedad caracterizada por la presencia de tejido endometrial fuera del útero, produciendo una reacción inflamatoria crónica en el lugar donde se ha localizado. Normalmente, el endometrio se encuentra dentro del útero y durante la menstruación se desprende, pero, en el caso de la endometriosis, el tejido endometrial puede desplazarse hasta diferentes partes del cuerpo de la mujer como pueden ser los ovarios, las trompas de Falopio, los intestinos u otros órganos menos frecuentes como los pulmones e incluso el cerebro.
La endometriosis es una enfermedad crónica que afecta a 1 de cada 10 mujeres y su condición influye tanto en su salud física como en su salud psicológica, viéndose afectada su calidad de vida en diferentes ámbitos: relaciones sociales, laborales, familiares, de pareja, etc.
¿Cuáles son sus síntomas?
Los síntomas pueden variar de una mujer a otra. Algunas solo los experimentan en ciertos momentos del ciclo, como durante la ovulación o la menstruación, mientras que otras los enfrentan a diario. El dolor es el síntoma más frecuente relacionado con esta enfermedad: dolor pélvico y/o lumbar antes y durante la menstruación, dolor en la parte baja del abdomen, así como molestias al orinar o defecar, dolor durante las relaciones sexuales, entre otros. Además, pueden aparecer otros síntomas adicionales como calambres, hinchazón, problemas digestivos, náuseas, vómitos, estreñimiento, diarrea, fatiga e infertilidad.
La persistencia de estos síntomas afecta significativamente la calidad de vida de las mujeres con endometriosis, generando un impacto negativo en su bienestar social y psicológico, y contribuyendo al malestar emocional.
¿Cuál es su impacto a nivel emocional?
Cualquier enfermedad puede tener efectos psicológicos, pero estos son generalmente más graves en el caso de enfermedades crónicas, como la endometriosis. En este tipo de patologías, la parte física es la más evidente, pues es sobre la que se centran los síntomas, tratamientos y pruebas médicas. Sin embargo, el impacto emocional a menudo queda relegado y puede no ser detectado por los profesionales de salud que tratan a la mujer.
Como se ha detallado en el apartado anterior, en este tipo de patología, se pueden manifestar un conjunto de síntomas visibles para todo el mundo (incluidos los médicos y el entorno social de la mujer), pero debajo de ellos se encuentra la presencia de un gran sufrimiento emocional que puede llegar ha hacer más difícil de sobrellevar los problemas físicos. Así, el componente emocional puede agravar los síntomas físicos y viceversa, creando un círculo vicioso entre ambos.
Es importante destacar que la mayoría de las mujeres reciben un diagnóstico tras años de sufrimiento y visitas a diversos especialistas (digestivos, ginecólogos, urólogos, etc.) sin obtener respuestas ni tratamiento. Esto puede llevar a sentimientos de angustia, tristeza, incomprensión y baja autoestima.
A continuación, se describe cómo la endometriosis puede afectar en los diferentes ámbitos de la vida de la mujer:
Laboral: Las mujeres con esta enfermedad suelen tener menor productividad debido a los síntomas persistentes, lo que puede llevar al absentismo cuando el dolor es incapacitante. Muchas expresan no sentirse comprendidas en su entorno laboral y algunas han perdido sus empleos. Por miedo a perder su fuente de ingresos, algunas se esfuerzan en exceso y recurren a medicación para sobrellevar el dolor y evitar faltar al trabajo.
Económico. Las mujeres deben asumir gastos adicionales relacionados con la enfermedad, como terapias complementarias, suplementos alimenticios, fisioterapia o acupuntura, que, aunque alivian el malestar, impactan negativamente en su economía.
Sexualidad. Uno de los principales síntomas de estas mujeres es la dispareunia, este hecho provoca una disminución de la actividad sexual y del deseo. Además, debido a algunos tratamientos hormonales, pueden presentar insomnio, fatiga crónica, cambios de humor, sequedad vaginal y disminución de la libido lo que puede ocasionar que no muestren interés por el acto sexual.
Relación de pareja. En algunas ocasiones las mujeres pueden sentirse culpables al no poder satisfacer a sus parejas en diferentes aspectos de su vida (ocio, sexo, etc.). se ha de tener en cuenta que, de diferente modo, las parejas también sufren la enfermedad ya que van a tener que hacer frente a cuidados, preocupaciones, limitaciones y pérdidas de aspectos importantes que se suelen querer compartir con la pareja y será muy importante fomentar una buena comunicación.
Relaciones sociales y familiares. Las mujeres con endometriosis suelen renunciar a los encuentros con amigos y/o familiares debido a que sus síntomas les pueden no permitir disfrutar de ciertas actividades de ocio. En algunas ocasiones, tienden a agendar los acontecimientos de tal forma que no coincidan con esos días de su ciclo menstrual que ya saben que se van a sentir peor o van a tener algún tipo de dolencia. Este hecho les hace tener un gran sentimiento de soledad y, en algunos casos, se pueden llegar a sentir aisladas socialmente como consecuencia de su enfermedad.
Todo esto puede llevar a un proceso de duelo personal debido a la pérdida de salud, capacidad física o calidad de vida, lo que aumenta el riesgo de desarrollar trastornos psicológicos como ansiedad o depresión, que a su vez pueden empeorar los síntomas y su impacto en diversas áreas de la vida.
Cuando una mujer recibe el diagnóstico de endometriosis, su reacción puede ser ambivalente. Por un lado, puede sentir alivio al entender lo que le sucede, pero también debe enfrentarse al hecho de que tiene una enfermedad crónica, que a veces puede ser incapacitante.
Aceptar una enfermedad crónica como la endometriosis es un proceso complejo que puede implicar varias fases:
Confusión e incertidumbre. La mujer puede sentir miedo porque, a pesar de tener un diagnóstico, no cuenta con suficiente información sobre la enfermedad.
Negación. En esta etapa, puede cuestionar el diagnóstico o minimizar la gravedad de la endometriosis, rechazando opciones de tratamiento como la cirugía en favor de alternativas menos invasivas.
Enfado. La mujer acepta la enfermedad, pero surge tristeza e ira, con pensamientos como "¿Por qué a mí?" o "No es justo".
Adaptación. Finalmente, la mujer acepta la endometriosis como parte de su vida y, aunque puede ser incapacitante, aprende a manejarla día a día.
Las mujeres que padecen esta enfermedad pueden pasar por alguna de estas fases o por todas ellas. Cada mujer puede tener una vivencia muy diferente y esto puede suponer que el tiempo de aceptación y adaptación a la misma también sea distinto.
¿Cómo podemos abordar el acompañamiento psicológico?
Para poder acompañar y dar soporte a las mujeres con endometriosis, es importante considerar los siguientes factores que pueden influir en su vivencia:
Gravedad de la enfermedad, síntomas y nivel de incapacidad. Cada mujer vive la endometriosis de manera única, por lo que es fundamental evaluar los síntomas activos y el grado de limitación que estos provocan.
Fase de la enfermedad. El tipo de acompañamiento varía según la fase en la que se encuentre la mujer. No es lo mismo apoyar a una mujer recién diagnosticada que a una que lleva años lidiando con la enfermedad y ha alcanzado cierta estabilidad en sus síntomas.
Tiempo del diagnóstico. Cuanto más largo sea el periodo entre la aparición de los síntomas y el diagnóstico, mayor será el impacto emocional, lo que puede derivar en problemas como ansiedad o depresión.
Comunicación del diagnóstico. La forma en que la mujer recibe el diagnóstico y la información relacionada es crucial, ya que esto puede influir en cómo se enfrenta a la enfermedad.
Tipo de abordaje médico planteado y/o en curso. El tratamiento para la endometriosis generalmente incluye medicación antiinflamatoria (analgésicos), tratamiento hormonal, tratamiento de fertilidad y/o cirugía. En muchas ocasiones las mujeres pueden haber pasado por todos los tratamientos hasta haber llegado a adquirir cierta estabilidad en sus síntomas, en algunos casos no habrá sido necesario realizar una cirugía o se pueden dar casos en los que, a pesar de haber probado varios tratamientos la enfermedad sigue incapacitando a la mujer de forma persistente.
Momento vital de la mujer. Es importante tener en cuenta el contexto de la vida de la mujer. Por ejemplo, algunas son diagnosticadas cuando intentan quedar embarazadas y enfrentan problemas de infertilidad, lo que hace que puedan recibir la noticia de manera diferente a quienes llevan años sufriendo síntomas.
Personalidad y recursos personales. Cada mujer enfrenta la enfermedad de manera diferente, dependiendo de su carácter, habilidades y recursos internos.
Red social y apoyos disponibles. La endometriosis puede afectar las relaciones sociales y personales. Contar con una red de apoyo sólida o relacionarse con otras personas que atraviesan experiencias similares puede ser un gran alivio. Unirse a asociaciones de endometriosis o grupos de apoyo también puede ayudar a las mujeres a sentirse comprendidas y acompañadas en su lucha.
La terapia psicológica puede ser un apoyo en el día a día, siendo beneficiosa para tratar los síntomas físicos asociados al dolor crónico. Además, te puede ayudar a gestionar emociones como la ansiedad o la depresión. Si conoces a alguien que esté atravesando esta situación o si tú misma estás lidiando con esta enfermedad y necesitas herramientas para sobrellevar el día a día, estoy aquí para acompañarte. Puedes contactarme y solicitar una primera sesión informativa gratuita.
Bibliografía:
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